¿Crees que la vistes desnuda solo por que se ha quitado la ropa?
No, no la viste desnuda.
Háblame de sus sueños,
Háblame de sus miedos,
Háblame de lo que le rompe el corazón,
Háblame de las veces que ha reído a carcajadas o ha llorado a mares contándote historia de su vida
en esos años que tú no estabas con ella.
Háblame del elixir de la vida,
de lo que la hace vibrar la vida,
el alma.
Háblame que es lo que más le indigna y repudia
sobre la faz de la tierra.
O mejor aún,
dime que esconden sus ojos,
¿has logrado escuchar o sentir sus palabras a través de su mirada?
¿Cuéntame qué es lo que más guarda y protege de todo su cuerpo?
Crees que porque le has visto sin ropa,
piensas que la has visto desnuda...
La has visto sin ropa,
pero jamás desnuda.
Porque una mujer que se ama a sí misma jamás se ha desnudado ante un hombre que no esté a la altura de sus ángeles y demonios.
Porque una mujer que se ama a sí misma,
sabe el tornado que habita en ella...
Y solo un hombre que ha aprendido amarse a sí mismo podrá mantenerse a su lado.
No,
no la viste desnuda.
La has visto sin ropa,
pero jamás desnuda.
Autor desconocido.
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