Quiero
que cuando te levanten la mano
apaguen
la luz
solo
tu voz y el silencio
y un
foco de luz
siempre
donde
estés tu.
Hoy
no la escuche gritar,
no
escuche puertas cerradas,
ni
llantos que la puedan delatar,
ya
no puede sostener su mirada,
pero
se le ve el rastro de las lagrimas
recorrer
su cara amoratada,
solo
finge una sonrisa,
y
que calla por opresión,
pero
bastante tiene ya oprimido
su
marchito corazón,
le
arrancaron su ausencia…..
Jesús
Aran
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