Sigo bostezando
antes de irme a dormir y sigo no durmiendo,
para así evitar innumerables
pesadillas,
pero ellas se manifiestan
aun soñando despierto.
Sigo acomodando la
almohada antes de descansar,
pero me acomoda tanto que activa mi mente y no
cesaba de pensar.
Sigue el debate de
mi cabeza con el corazón,
pide el cese del
sentimiento,
para poder consumir
el de la razón.
Siguen los deseos
inconformistas en mi vida acomodada,
pero me acomodo
para sentirme conforme con mi vida,
el que solo yo
manejaba.
Sigo respirando el
mismo oxigeno de esta pequeña habitación,
pero al entrar en
ella traigo un aire nuevo,
pero con más contaminación.
Sigo queriendo
demostrar que uno puede cambiar,
pero demuestro que
si no cambian ellos,
no hay nada que
demostrar.
Sigo odiando la
mentira e hipocresía,
pero soy hipócrita con
la gente que lo usa como su forma de vida.
Sigo andando desmesurado,
con arena en los
bolsillos y golpes cicatrizando,
pero sigo andando…
Jesús Aran
No hay comentarios:
Publicar un comentario