Rafael Lechowski, Oda a la tristeza de Pablo Neruda
La tristeza no puede entrar por estas puertas. Por las ventanas entra el
aire del mundo, las rojas rosas nuevas, las banderas bordadas del
pueblo y sus victoria. ¡No puedes, aquí no entras!. Sacude tus alas de
murciélago, yo pisaré las plumas que caen de tu mano, yo barreré los
trozos de tu cadáver hacia las cuatro puntas del viento, yo te torceré
el cuello, te coseré los ojos, cortaré tu mortaja y enterraré, tristeza,
tus huesos roedores bajo la primavera de un manzano.
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