viernes, 29 de marzo de 2013

Déjame que crea...

El otro día me preguntaron que porque no iba a ver a los santos, ni entraba en iglesias y tal, que porque siempre estaba desconforme y sacando los pies del plato del resto de la sociedad, que siendo así seré un infeliz toda mi vida, y en ese momento sí que tuve que parar a esa persona y contestarle.

Mira te contesto con mis propias creencias al igual que tú me preguntas desde el punto de vista de las tuyas.


Lo primero que yo nunca dije que no existiera dios, yo solo digo que como a nosotros no los muestra la iglesia, en eso no creo. Yo creo en las personas nada más, en que cada uno tiene un pedazo de ese dios al que tú tanto idolatras. Las personas tienen el don de la vergüenza y de la moralidad, y en su interior se halla la respuesta. Tú  solo sabes cuando haces el bien o el mal, aunque a veces se tergiverse, no hay ninguna imagen ni libro que te aconseje de lo que está bien o mal, sabes que cuando algo haces mal o haces daño a alguien te corroe el angustioso remordimiento, al igual que cuando haces el bien te reconfortas con gran gratitud. Hay mucho libros y psicólogos que dicen lo mismo que la biblia y la iglesia, y no por ello los llamare santos. Yo solo creo en eso, en las personas, en el ser humano.


Yo he visto como entre rejas lloraban y gritaban por favor Dios… reincidentes ladrones, asesinos, maltratadores, etc., a los que en sus celdas se reunían para hacer culto e ir a misa los domingos y llorar con la palabra de vuestro señor, pero también veía en sus expedientes el porqué de que estuvieran en prisión. También veo en la tele casos de niños robados por monjas, al igual que curas pederastas, gente del opus dei ir con su hija 17 años  a una clínica de aborto, mendigos en la puerta pidiendo ignorados por creyentes que van a la casa del señor, etc.


Y por último te digo una cosa, aunque crea en las personas, no digo que crea en todas, creo en la segunda oportunidad, pero no creo en la reincidencia, al igual que no creo en quien a mi me crea porque creeré que no cree en nada.


                                    
                                               
                                                    Jesús Aran

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