Que mis palabras no
sirvan para perjudicarte,
ni de ello saques conclusiones
para poder atacarme,
porque contando mis
odios ya estoy pidiendo perdón,
y que la palabra perdón
no sea abusiva en nuestra conversación,
que el silencio sea
por algo que dijimos que nos gusto,
róbame el tiempo
que quieras,
pero siempre que
sea porque te lo cedí yo.
Jesús Aran
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