Momento fugaz, que envuelve
el espíritu
Tras la calavera se esconde
la real corte del abismo,
hecho de caramelo eh
infinito,
sediento encuentro
el rostro pequeño de la dulce condesa,
que se nutre y le reza ,
a la gente que se esmera por no traicionar,
más bien cortar con gritos
su propio cuerpo necesitado
de alguna especie de
aliento,
sopla un viento de calor
el frio se retuerce entre la
pasión,
se agrieta y se crea un cañón
en el desierto,
es cierto , el oasis , el
agua fría y refrescante,
da sus primeros pasos
hacia la mayor muestra de
arte
que son las yemas quemadas
de los dedos,
por tanta fricción,
al tomar vuelo...
se quema, se quema su
vientre,
alguien se retuerce,
sus pies se alargan, un
calambre pasa,
una cara en sus múltiples facetas
llenos de felicidad,
encima de la su vulva se
posa
una ninfa algo obscena
ella inquieta,
buscando y murmurando,
por algo que viene y se va
que se siente en un momento
que parece infernal.
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