Solo los solos, valoran la integridad,
¿Quién no me escucha?
¿Quién me valorara?
Debatía con mi mente frágil y transparente
pero siempre con respuestas inteligentes.
Mi mirada para el frente sin nada que entorpezca.
Quien poco asumía nada obtuvo,
quien mucho soñaba nadie le detuvo.
Llego el aire transversal
un vuelco en mi estado emocional
note un pellizco en mi órgano vital
coágulos de orgullo y ansiedad.
No paraba de aspirar oxigeno contaminado
de juguetes, mentiras y falsedad.
Una bocanada de esperanza,
¿Quien la necesita?
Cuando ella está ahí,
en cada golpe percibido
por el órgano más receptivo,
cual te ayuda
cual te indigna
cual escuchas los sonidos
que te acabo de describir.
La cual ella te puede seducir
así infringir que todos la nombren
y pocos la puedan sentir.
Ella por mis venas empezó a fluir
intervino en mi manera de sentir
empezó a conquistar
cada parte de mi cuerpo
tras la cual no sentía
tras la cual no savia que existía
¿y sin ellas yo vivía?
Se empezó a contonear
y mis frases más sentidas
las empecé a invocar,
ella se sentida alagada
pero no es nada
con todo lo que yo le puedo dar,
ella me mostraba
de lo que podía ser capaz,
sin tocarme los vellos en alza
y una sonrisa donde ella
se hiciera notar.
Jesús Aran
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