Cuenta Rafeef Ziadah, poetisa palestina: "Escribí este poema mientras realizábamos una acción directa en mi facultad. (...) Me dije: seré únicamente palestina, no me comportaré como colona o soldado. Así que estaba sentada en el suelo y este hombre vino y me dio una patada en el estómago y me dijo:
"Te mereces
ser violada antes de que tengas hijos terroristas"
En ese momento no
dije nada, pero después escribí este poema, dedicado a este joven caballero:
Déjenme hablar mi
lengua árabe
antes de que
también sea ocupada.
Déjenme hablar mi
lengua materna
antes de que
también colonicen su memoria.
Yo soy una mujer
árabe de color
y nosotras venimos
en todas
las tonalidades de
la ira.
Lo único que mi
abuelo siempre quiso hacer
era levantarse al
amanecer,
mirar a mi abuela
Nil
y rezar en un
pueblo
escondido entre
Jaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo
un olivo
en la tierra que
dicen que ya no es mía.
Pero cruzaré sus
barreras,
sus locos muros del
apartheid,
y volveré a mi
hogar.
Yo soy una mujer
árabe de color
y nosotras venimos
en todas
las tonalidades de
la ira.
¿Escucharon a mi
hermana gritando ayer,
cuando daba a luz
en un control militar,
con los soldados
israelíes
buscando entre sus
piernas
la próxima amenaza
demográfica?
A su hija la llamó
Jenin.
¿Y escucharon a
alguien gritar tras las rejas
mientras la
gaseaban?
Estamos volviendo a
Palestina.
Yo soy una mujer
árabe de color
y nosotras venimos
en todas
las tonalidades de
la ira.
¿Me dices que esta
mujer que hay dentro de mí
sólo te traerá tu
próximo terrorista?
Barbudo, armado,
pañuelo en la cabeza, negro.
¿Me dices que yo
envío mis hijos a morir?
Pero esos son tus
helicópteros, tus F-16...
¡En nuestro cielo!
Y hablemos un poco
sobre este
negocio del
terrorismo:
¿No fue la CIA la
que mató a Allende,
y a Lumumba?
¿Y quién entrenó a
Osama en Afganistán?
Mis abuelos no
vestían como payasos
con capas blancas y
gorros puntiagudos
para linchar a
personas negras.
Yo soy una mujer
árabe de color
y nosotras venimos
en todas
las tonalidades de
la ira.
¿Preguntas qué hace
esta mujer oscura
gritando en la
manifestación?
Disculpa, ¿no
debería gritar?
¿Olvidé ser cada
uno de tus sueños orientales?
El genio de la
botella,
la bailarina del
vientre,
la chica del harén,
la voz suave,
mujer árabe,
sí amo,
no amo,
gracias por los sándwiches
de manteca de maní
que nos lanzan
desde los F-16, amo.
Sí, mis
libertadores están aquí
para matar a mis
hijos,
a los que luego
llamarán
"daños
colaterales".
Yo soy una mujer
árabe de color
y nosotras venimos
en todas
las tonalidades de
la ira.
Así que déjame
decirte
que esta mujer que
habita dentro de mí
sólo te traerá tu
próximo rebelde.
Ella llevará una
piedra en una mano
y la bandera
palestina en la otra.
Yo soy una mujer
árabe de color.
Ten cuidado,
ten cuidado.
Mi ira.
Rafeef Ziadah.
Poeta y activista palestina.
Artista de la
palabra hablada y activista canadiense-palestina. Su primer CD, Hadeel, está
dedicado a los jóvenes palestinos que siguen volando cometas delante de los
cazas F16 y que aun recuerdan los nombres de sus pueblos en palestina y oyen el
hadeel (sonido similar al arrullo de las palomas) sobre Gaza.
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