La monja

Y qué más da,
un cigarrillo para poder alucinar
en estos medios,
donde importan credos,
donde exportan silencios,
dime querida medusa,
amas,
resbalas,
al sumo sacerdote ignoras
o en realidad por las noches lo violas,
creo que no son las palabras de acuerdo,
cambiemos,
hablemos de tus gozos,
de tus humillaciones
del amor impulsivo,
del placer destructivo
de cuando las rosas caen, 
son manipuladas por verdades
o por tus pechos tan rectos, 
o por edificaciones muy adentro de tu ser,
donde no brilla la luz 
sino la oscuridad perpetua atenta,
medusa que seduce y usa, 
atenta querida toca,
experimenta,
luce,
besa y gruñe.

ama ....... siente ..... y que mas da ... un dedo para alucinar ...

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