Los últimos descubrimientos de restos de fusilados en
Víznar desatan optimismo entre los partidarios de la eterna búsqueda del poeta.
La curva de la carretera de Alfacar, el olivo, el arroyo
seco y el monolito conmemorativo. La enigmática ladera donde el enterrador de
Federico García Lorca marcó la X del mapa del crimen permanece inalterable. Tal
cual la visitó en 1960 la escritora Marguerite Yourcenar, que escribió:
"No cabe imaginar más hermosa sepultura para un poeta". Pero resulta
que el poeta no estaba ahí y toda la magia se vino abajo. O al menos no estaba
donde la Junta de Andalucía buscó en 2009 sin contar con la opinión de la principal
fuente, el escritor hispanoirlandés Ian Gibson. Este 18 de agosto se cumplen 77
años del asesinato de Federico García Lorca, quien desde hace cuatro años es,
cada vez más, el principal desaparecido de la Guerra Civil.
Una reciente noticia mantiene viva la esperanza de
encontrar los restos que determinen datos básicos del fusilamiento. La Junta ha
investigado el barranco de Víznar, apenas a 800 metros del supuesto lugar de
enterramiento de García Lorca, y ha encontrado huesos, cráneos con disparos y casquillos
de balas de armas largas y cortas. Esta noticia, hace apenas cinco años, podría
haber abierto un informativo de la CNN, pero el fiasco de la búsqueda de
octubre de 2009 llevó a la desilusión a los lorquianos del mundo. El Gobierno
andaluz ya ha informado a la justicia. El Juzgado número dos de Granada deberá
decidir si investiga lo hallado: "Es la primera vez que el Estado denuncia
en España haber encontrado muestras de violencia generada por un poder público
de forma sistemática", define el director general de Memoria Democrática
de la Junta, Luis Naranjo.
"Es una buena noticia después de tantos años",
explica esperanzado Gibson. El prestigio del hispanista fue objetivo de la ira
de la derecha que se opone a la búsqueda del mayor símbolo de la barbarie
franquista. "Vivimos en un país con la ética por los suelos donde no me
defienden ni los míos", recuerda de la búsqueda de 2009. Gibson ajustó
cuentas en un libro (La fosa de Lórca: Crónica de un despropósito, Alcalá) con
aquellos que le apartaron de la búsqueda (asociaciones de memoria histórica de
Granada y la propia Junta) pese a ser el que consiguió unir las investigaciones
previas de Gerald Brenan, Agustín Penón y Marcelle Auclair y dar al mundo una
versión oficial de la muerte del poeta.
Universal por su obra
El escritor, afincado en el barrio de Lavapiés, ha
publicado en los últimos 40 años detalles de cada suceso de aquellos días de
agosto de 1936 en Granada. Incluso los descendientes del dramaturgo dan por
ciertas sus investigaciones pese a su reiterada oposición a la recuperación del
cuerpo. "Nunca hemos solicitado la búsqueda de los restos; creemos que
Federico García Lorca es universal por su obra única, y en ese sentido está
vivo, con la vida que la memoria colectiva le presta a los grandes artistas.
Por esa razón, desde la familia promovimos en su día la creación de una
Fundación para el estudio y difusión de su obra, (…) y de un centro cultural de
muy próxima apertura", firmaron los descendientes el 2 de octubre de 2009
ante la inminente exhumación en la que el Gobierno andaluz invirtió 70.000
euros.
El comunicado completo de la familia García Lorca
demuestra la difícil gestión de la reivindicación del represaliado por el
franquismo más famoso de 1936 junto con la difusión de un patrimonio universal
que requiere el apoyo institucional constante del PP granadino, contrario a la
exhumación administrativa o judicial de las fosas y su simbolismo antifascista.
El Ayuntamiento de Granada y la Diputación provincial, en manos del PP,
gestionan la asignación de varios millones de euros para la próxima
inauguración del Centro García Lorca en la ciudad nazarí que cuenta también con
el apoyo de Ferrovial. El máximo poder financiero de España también está
representado en el patronato de la Fundación Federico García Lorca. Es decir,
un mundo muy alejado ideológicamente de aquel que representan las asociaciones
de víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura.
"Representa, junto con Cervantes, uno de los grandes
símbolos de nuestras letras. Algunos se empecinan en que discutamos en cosas
sin mucho sentido. No hay que obstinarse en viejas historias o
ideologías", espetó en 1998, en un acto delante de toda la familia del
poeta, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, acompañado de
Esperanza Aguirre y su mujer Ana Botella. Era el centenario de Lorca y el
Gobierno del PP apoyó económicamente junto con Argentaria actividades en la
Residencia de Estudiantes y en la casa natal de Fuente Vaqueros. "Mi tío
Federico se reiría de la que hemos montado", afirmaba en aquella época
Laura García Lorca, actual portavoz familiar.
La peor burguesía de España
A la luz de las principales biografías de Federico, es
difícil interpretar que el autor de La casa de Bernarda Alba sonreiría ante el
protagonismo que el PP tiene en su recuerdo. "Yo soy español integral, y
me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es
español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre
que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que
ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí
que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que
esto soy hombre del mundo y hermano de todos", expresó el poeta en una
entrevista publicada el 10 de junio de 1936 en el diario El Sol donde también
expresa una polémica definición de su ciudad que no pasaría inadvertida:
"Una ciudad pobre, acobardada; una tierra de chavico donde agita
actualmente la peor burguesía de España". Esa burguesía agitadora que le
recibiría aquel fatídico verano de 1936 en la prensa local con chistes
homófobos que le apodaban Federico García "Loca" y que acabaría con
su vida.
La diputación de Granada, gobernada por unos políticos
que aseguran que las exhumaciones de Víznar son una maniobra de IU para
"abrir heridas", ha titulado los actos lorquianos de este verano con
el siguiente lema: Federico vive. "Es una manera de decir 'no ha muerto y
nosotros no lo hemos matado", reprocha Gibson. El escritor se ha repuesto
de la decepción que le supuso el fiasco de 2009 y ya espera pasar página con la
publicación el próximo 16 de octubre de su nuevo libro sobre Luis Buñuel.
En el camino de los derrotados por el desaguisado formado
entre los intereses de las fuerzas políticas locales, el resto de víctimas y
los descendientes del poeta están los familiares de los fusilados en aquella
madrugada de miércoles junto a Lorca. Francisco Galadí, nieto de uno de los dos
banderilleros de la CNT asesinados en la misma tanda, asegura haber tirado la
toalla. "Después de aquello creo que estoy harto de los políticos. Sólo
sacan el tema cuando les interesa y además lo único que les interesa es que ahí
está el cuerpo de Federico García Lorca", señala hastiado. Pero advierte: "Nos
asiste la razón".
Más optimista se encuentra Nieves Galindo, nieta adoptiva
del maestro republicano de Pulianas, Dióscoro Galindo. "Lo voy a seguir
intentando porque era el deseo de mi padre que vivió siempre con miedo y nunca
se atrevió a ir al lugar. Convivió siempre con la angustia de no saber dónde
estaba su padre", afirma. Galindo cuenta con el apoyo de una de sus dos
hermanas que prestaría las pruebas genéticas en el supuesto de encontrar los
restos. Otra de sus hermanas se niega a buscar en un laberinto familiar a la
altura del caso.
Las intenciones anunciadas por Nieves Galindo se avecinan
claves en los próximos meses. La Junta ha ultimado un borrador para una ley de
memoria histórica autonómica que "prevé que la Junta pueda actuar de
oficio para investigar fosas", según explica Naranjo. La ley está
pendiente de negociarse entre IU, que controla este capítulo del Gobierno
andaluz, y el PSOE. "No es incompatible con la de 2007, sólo la desarrolla
porque en Andalucía hay 60.000 fusilados en el subsuelo. La pelota está ahora
en el tejado de la justicia porque hemos denunciado un crimen contra la
humanidad", añade el director general. "Eso sí, no vamos a
obsesionarnos con Lorca como se hizo otras veces. Hemos empezado por Víznar
donde ya hemos localizado cinco fosas. Vamos, que hemos pasado del Lorca somos
todos al Víznar somos todos", advierte.
Diego Barcala
Fuente: www.eldiario.es
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